lunes, 11 de enero de 2010

Mugaritz (Rentería)
Cerrando los ojos dado el precio del restaurante en cuestión nos decidimos a celebrar el cumpleaños de Rocío en Mugaritz, el restaurante de Andoni Aduriz (2 estrellas Michelin), al ser un menú degustación de 11 platos tuvimos que informar de las peculiaridades alimenticias de mi mujer, es decir nada de carne, ni pollo, ni conejo, ni caldos cortos, ni confitados en grasa animal...
Lo cierto es que partiendo de la premisa de que a estos sitios no se viene a comer sino a exponer al paladar a sopresas constantes, Mugaritz fué una maravillosa sorpresa, desde las piedras comestibles, al carpaccio de sandía o al consomé de pescado azul, fuimos sometidos a una experiencia gustativa maravillosa, en ocasiones tan sutil que costaba apreciar un matiz de un sabor o una textura tenue.
También hubo momentos menos buenos, el servicio de sala necesita algun repaso, el pan no se sirve en "cachos", ni en "pedazos" como nos preguntó la camarera, y si el sumiller considera que el vino está demasiado frío y conviene cambiar el agua, quizá fuera necesario preguntar al cliente si lo aprueba, ya que podría gustarle el vino muy, muy frío.
Los postres flojitos, en nuestra opinión, demasiado helado y de gustos muy similares, asimismo recomendar un vino para los postres debería ser una obligación en este tipo de restaurantes.
A pesar de todo fué ESPECTACULAR

No hay comentarios:

Publicar un comentario